Por Ximena Aulestia
La comunicación corporativa y las relaciones públicas son procesos que se han visto afectados por la pandemia, como muchas de las disciplinas que son entendidas como un gasto y no como una inversión necesaria para trabajar, proteger y preservar el prestigio de marcas, organizaciones y empresas.
Algo que esta crisis del llamado coronavirus ha puesto de manifiesto es la absoluta necesidad de una estrategia de relaciones públicas asertiva y cercana a quienes son parte fundamental del crecimiento del sector empresarial, los consumidores y los públicos objetivos.
Dicho lo anterior, las marcas sean de productos o servicios, deben ser resilientes para lograr sobrevivir y mirar al futuro siendo sostenibles, para ello es necesario trazar la hoja de ruta para reconstruirse y luego innovar, con planes y estrategias coherentes, tarea que no es sencilla, pero es importante para salir adelante.
Para lograr esto se debe comenzar por actualizar el plan de manejo de crisis, revisar los canales de comunicación interna y externa, analizar el contenido y el lenguaje apropiado para recuperar lo perdido en esta dura época. Es necesario hacer un mapeo de contingencias y partes interesadas, en resumen, hay que saber exactamente en qué punto se encuentra para arrancar en la recuperación del terreno perdido y alinearse con un plan de relaciones públicas acertado.
En “épocas normales”, las relaciones públicas tienen el objetivo de comunicar de manera amplia una marca, los valores vinculados a ella y le permiten al consumidor saber lo que ofrece. Hoy por hoy una estrategia de relaciones públicas debe tener una estructuración muy afinada en la que se contemplen acciones y mensajes con el tono apropiado, que mitiguen el impacto de la incertidumbre que se vive y no produzcan rechazo ni una imagen negativa.
Si se entiende a los consumidores y se conecta emocionalmente con ellos, las empresas saldrán fortalecidas. Es necesario tener presente que se necesita ser fuertes teniendo claridad de propósito, conciencia social, relevancia cultural y sensibilidad con sus colaboradores, algo que se refleja en el bien hacer hacia el exterior.
Estamos en un momento difícil, pero con una herramienta acertada en las relaciones públicas de la mano de una excelente estrategia de comunicación corporativa, un mercadeo adecuado y una publicidad emocional que impacte, se puede lograr.
Insisto la comunicación estratégica, las relaciones públicas, el manejo de la crisis que son disciplinas que van de la mano, no son un gasto, son una inversión que pueden salvar si son aplicadas de manera permanente, constante y con claridad de objetivos.
Esta situación que vivimos nos ha demostrado que tanto en lo personal como en lo empresarial hay que reforzar el rol de las relaciones, lo importante que es la colaboración entre todos y los valores de trabajar en equipo y de manera cercana, así como el bienestar común.
Las marcas deben mostrar su lado humano y su empatía con sus clientes, eso solo se logra con unas RRPP excelentes.