¿Qué nos enseña Aberfan sobre el liderazgo empático?

Por: Bernarda Ortiz

La empatía de un líder se pone a prueba en la adversidad. En 1966, la comunidad minera de Aberfan al sur de Gales, se convirtió en un escenario de horror cuando un aluvión de escombros sepultó una escuela, cobrando la vida de 116 niños y 28 adultos.

Mientras el mundo observaba con consternación y miembros de la Casa Real y el Primer Ministro visitaban la zona, la Reina Isabel II esperó ocho días para ir a Aberfan, una decisión que generó un intenso debate sobre su sensibilidad y vínculo con el pueblo. Su decisión de posponer la visita, aunque motivada por recomendación de sus asesores, fue uno de sus mayores arrepentimientos. Este episodio, marcó un antes y un después en el reinado de Isabel II, impulsándola a adoptar un estilo de liderazgo más cercano y humano. 

La tragedia de Aberfan trasciende el ámbito político, sirviendo como un recordatorio para cualquier líder de la importancia de demostrar empatía. Esta cualidad es una de las claves del éxito de una organización, porque aumenta la confianza, mejora la comunicación y eleva la moral de los miembros del equipo. 

Según Harvard Business Review, estas son las principales formas de mostrar empatía: 

Escuche activamente y muestre interés- La empatía comienza con la forma en que asimila la información que alguien comparte con usted.

Reconozca que no siempre tiene una respuesta- A veces, lo mejor que puede hacer como líder es dar a la otra persona espacio para hablar y sentirse escuchada.

Evite responder con “piloto automático”- Es mejor asimilar toda la información de la otra persona antes de formular tu respuesta.

Siempre dedique tiempo para escuchar- Si un empleado se acerca en un momento en el que no puede atenderlo, proponga una fecha y hora específica para conversar.