Por Bernarda Ortiz
Las relaciones públicas se tratan de iniciar una conversación interesante a la que se sumen los medios, su audiencia, clientes o potenciales clientes, líderes de opinión o influenciadores. Sin embargo, las campañas no giran siempre en torno a una marca, muchas veces el objetivo es sensibilizar a la comunidad, informando y educando a las personas sobre un tema, con la intención de incluirlo en la conversación.
Se preguntará entonces, ¿por qué voy a invertir en una campaña que no mencione mi marca? Todo depende del objetivo que se fije. Puede ser preparar el terreno para una marca nueva en el mercado, promocionar el interés por las soluciones que proporciona su producto, apoyar en el incremento de ventas o puede ser movilizar a la opinión pública e influir, por ejemplo, en la voluntad política de los tomadores de decisiones.
Por ejemplo, si la empresa a la que representa desarrolla un medicamento para un grupo de enfermedades específicas, de las cuales la comunidad conoce poco y que además, su tratamiento se ha visto afectado por la pandemia, puede considerar una campaña para hablar de la enfermedad, sus síntomas, la situación de los pacientes. Estas acciones visibilizan una realidad, generan conversación sobre un tema sensible. La campaña puede concluir cuando cumpla ese objetivo, o puede tener una segunda etapa, en la que una vez que sea parte de la conversación, hable de su marca.
Existen múltiples estrategias para una campaña exitosa de relaciones públicas, la sensibilización para influir en la opinión pública es una de ellas.