Por Ximena Aulestia
No existe una segunda oportunidad para una primera buena impresión, es el dicho popular y tiene mucho de razón.
El éxito profesional tiene que ver con habilidades y característica, pero también se asocia a la presentación de una excelente imagen personal.
Cuidar la imagen personal no es una cuestión de vanidad, solamente, o de frivolidad. La imagen, los gestos y la actitud demuestran cómo queremos que nos identifiquen en el contexto profesional y personal.
El cuidado de la imagen personal radica en tener seguridad, respeto por la organización a la que se representa, así como hacia el interlocutor con el que debemos encontrarnos.
El cuidado de la imagen no solamente es el vestido o el arreglo personal, es la coherencia entre el aspecto externo y la comunicación verbal y no verbal. Se debe tomar en cuenta que la comunicación corporal en los gestos, la sonrisa y la mirada son el complemento necesario para lograr esa primera impresión tan importante y llegar a las metas. Constituye la carta de presentación a la que se debe poner mucho cuidado. Una propuesta o un proyecto puede ser muy atractivo e interesante, pero si no hay los elementos necesarios para un primer y buen acercamiento, puede llegar a perderse, la “química” o ese “click” inicial son fundamentales.
La subjetividad del interlocutor es el filtro de la imagen que se proyecta y eso depende de la educación, las creencias e incluso del estado de ánimo de quien se tiene al frente.
La actual situación nos obliga a ser más competitivos, por lo tanto, es una necesidad ofrecer una excelente imagen como herramienta de la comunicación corporativa.
La inversión en publicidad, mercadeo y en relaciones públicas debe tener como complemento la preparación y el entrenamiento de quienes son la imagen y la cara visible de las empresas u organizaciones. Los aspectos importantes de la vinculación emocional con los clientes y públicos objetivos tienen mucho que ver con la presencia.
Está comprobado que un 97% de la comunicación adecuada es el lenguaje no verbal y solo un 3%, lo que decimos, muchos se olvidan que en ese 97% se contempla la voz, las posturas, y claro que sí, la vestimenta, todos estos aspectos pueden hacer exitosa o no, una gestión.
Si se quieren lograr objetivos puntuales hay que tomar en cuenta lo siguiente:
Tener una actitud positiva
Saber cuáles son sus metas
Tener claras sus habilidades sociales
Saber el lenguaje de los colores
Ser respetuoso
Poner atención a los detalles
Caminar como una persona segura
Tomarse las cosas en serio
Y por supuesto, conocerse bien para potenciar sus fortalezas
Una imagen personal descuidada revela poco aprecio por sí mismo y por la organización para la que trabaja y representa, así como poco respeto por su interlocutor.