Comunicación estratégica, mercadeo y publicidad

Por Ximena Aulestia

El sector productivo logra mayores éxitos si agrega a su gestión una comunicación efectiva de la mano del mercadeo y la publicidad, entendiendo las diferencias que existen entre estos.

Es fácil confundir la comunicación con el mercadeo y la publicidad; tener clara la diferencia es necesario para implementar una estrategia adecuada con la que se logre la reconstrucción y el crecimiento de las empresas, en esta época de pausa en todos los sectores.

En este tiempo de crisis se debe crear una estrategia de comunicaciones con el fin de dar a conocer una gestión bien llevada y así llegar a los públicos objetivos de manera exitosa.

El mercadeo es la preparación de un producto para llevarlo al mercado, está relacionado con el plan de medios, la atención al cliente y el plan de ventas. Para lograr los objetivos es necesario conocer las necesidades de los clientes y qué esperan de sus servicios o productos. La publicidad es el espacio que se paga para visibilizar y lograr ventas. Mercadeo y publicidad son un matrimonio que no se puede dividir.

Es importante saber que la publicidad no puede tapar una mala gestión, por esa razón la comunicación estratégica no puede estar ausente en una organización. El momento que vive el mundo no deja un margen de maniobra, por lo tanto, el proteger la reputación y crear o mantener la confianza es primordial y eso se logra con el acercamiento permanente con los públicos objetivos y los clientes a través de un mensaje acertado, dando a conocer la buena gestión.

Es riesgoso comunicar por comunicar, pensar en que el mercadeo y la publicidad son suficientes en esta época de incertidumbre puede traer consecuencias de grandes proporciones. Se requiere tener un manual de crisis actualizado y voceros preparados para enfrentar cualquier situación y siempre dar un paso por adelantado. El mercadeo y la publicidad no pueden ser independientes de la estrategia, hay que recordar que la unión de las tres gestiones da resultados en las metas planteadas, por lo tanto deben tener coherencia en el mensaje a sus clientes y a sus públicos objetivos.