Por Nataly Tufiño
La campaña electoral ha tenido que adaptarse a la pandemia: pocas tarimas y una comunicación volcada al mundo digital. Sin embargo, a diferencia de ocasiones anteriores, en este 2021 hemos visto a candidatos más informales y cercanos, en un intento de ganar los votos de los más jóvenes
TikTok se convirtió en la plataforma para que los aspirantes a Carondelet muestren su aire jovial, su potencial de actuar y su lado emotivo, en un intento por convertir a las redes sociales en un espacio de toma de decisiones políticas en un entorno con 16 candidaturas.
Sin duda, los tiempos han cambiado y en una campaña corta como la actual, los mensajes deben adaptarse a tantos públicos de interés como sea posible; es ahí que las redes sociales juegan un papel fundamental porque son los únicos espacios con la capacidad de segmentar eficientemente las audiencias, fortalecer la sensación de cercanía con la gente e incluso atacar a otros sin ser vetados.
¿Por qué TikTok ha sido la sensación en los últimos meses? Durante el confinamiento, esta red social china mostró su potencial de viralización porque en vlogs de pocos segundos despierta la creatividad y atención de sus millones de usuarios, principalmente de quienes tienen entre 16 y 18 años.
Para aprovechar la exposición que TikTok ofrece, gran parte de los participantes en esta contienda electoral han publicado videos de todo tipo, unos vestidos de viudas, otros tocando el saxofón o haciendo viajes al pasado, para convertirse en tendencia y estar en la opinión pública.
¿Este tipo de contenido es una estrategia efectiva? Si lo que se busca es llamar la atención TikTok es el lugar. Bien dicen que no hay mala propaganda y por eso las batallas ya no son exclusivas de propuestas económicas, sino también de bailes y mímicas.