Por Bernarda Ortiz
Comunicar nunca ha sido tan importante. La comunicación es una herramienta muy poderosa que mueve las emociones e impulsa la toma de decisiones. El mensaje tiene aún más poder en tiempos de pandemia por los cambios en las interacciones de las marcas con sus clientes, no me refiero solo a las compras online, sino a la relación integral que lleva a la toma de decisiones. En la actual situación muchos consideran que es el momento del apogeo del storybeing, cuando la marca es lo que predica.
Hace ya algunos años nos familiarizamos con el concepto del storytelling, que es básicamente crear contenido atractivo, contar una historia, con la que nuestros stakeholders puedan identificarse y ojalá beneficiarse. Luego nació el storydoing, que es pasar de las palabras a la acción, no solo presentarse como una empresa que valora la creatividad por ejemplo, sino realmente demostrarlo.
Eso lo hizo la marca BIC por ejemplo, con una excelente campaña que impulsa y reconoce la creatividad de sus consumidores. La marca inauguró tiendas en Amsterdam donde los clientes podían pagar con billetes diseñados por ellos, dándole un valor a su creatividad.
Ahora es el momento del storybeing, que se resume en esta frase de la escritora y activista estadounidense Maya Angelou: “People will forget what you said. They will forget what you did. But people will never forget how you made them feel”. Es decir pasamos de contar historias, a generar experiencias, pero ahora esas experiencias no pueden ser actividades aisladas, deben reflejar la autenticidad de una marca.
Sin embargo, como señala Damián Martínez Lahitou, CEO & Founder Feedback PR, en un artículo publicado en Marketing Directo, el storybeing, no descarta al storytelling o al storydoing, juntos son la fórmula para una comunicación exitosa.